La camiseta UMBRO de la Selección Colombia de 1997… una joya vintage que huele a Pony Malta caliente, transistor en la sala, y a ver los partidos en televisión con perilla. Si fuiste futbolero en los noventa, seguro la recuerdas: era esa camiseta amarilla, con cuello azul en V, sin diseños raros ni inventos digitales. Solo UMBRO, escudo bordado, y puro estilo noventero.
Esta camiseta fue usada en 1997, en plena era de Carlos "El Pibe" Valderrama con su melena dorada, y de una Colombia que jugaba bonito pero sufría más que el que pone el asado y lo quema. Con ella disputamos Copa América, eliminatorias, partidos amistosos donde jugaban hasta los suplentes de los suplentes, y encuentros donde los árbitros parecían tener camiseta del rival debajo.
El diseño era sobrio pero con su flow. Tenía un patrón de fondo con la palabra “Colombia” repetida en distintos tamaños, en un relieve sutil que solo se notaba cuando le daba la luz como es debido. En esa época uno veía eso y decía: “¡qué elegancia la de UMBRO!”. Aunque igual uno sudara como en Barranquilla a las 2 pm.
Colombia vs Brasil copa america 1997
Todo iba bordado: nada de impresiones plásticas, solo tela con orgullo. El logo de UMBRO bien puesto en el pecho, el escudo de la Federación a la izquierda, y ese amarillo clásico que nos representa con identidad y pasión. Y claro, nada de patrocinadores: como debe ser en una camiseta de selección. Limpia, pura, con solo fútbol y sentimiento.
Un detalle que enamora a los coleccionistas es el número en la espalda: no era un simple estampado. Se trataba de una mezcla entre serigrafía y felpa sobrepuesta, lo que le daba textura, volumen y ese toque artesanal que hoy se ve poco. Era el tipo de número que aguantaba barridas, lavadas y hasta una sudada de 90 minutos sin despegarse ni perder el color.
Hoy en día, conseguir una de esas originales es como encontrar una totuma intacta en una reunión familiar: difícil, pero no imposible. Algunas tienen etiqueta azul (las más comunes). Si ves una con el número 10, el 5 o el 15 bien conservado, considérate afortunado: es patrimonio futbolero nacional.
En resumen, la camiseta UMBRO Colombia 1997 no solo es historia: es nostalgia hecha tela, es fútbol sin filtro, y es el uniforme con el que muchos crecimos soñando con levantar una copa... aunque al final solo levantáramos una gaseosa, una empanada y el control del televisor después de perder en penales.