Hay historias en el fútbol que parecen sacadas de una película… y otras que parecen sacadas de Buenaventura.

En diciembre de 2011, Millonarios se alistaba para comenzar el 2012 con toda: nuevo aire, nuevo proyecto, nueva camiseta y nada menos que Adidas como patrocinador. Todo estaba listo para estrenar un uniforme que prometía marcar época, pero nadie contó con el combo del puerto.

El 15 de diciembre de 2011, un contenedor repleto con las flamantes camisetas Adidas de Millonarios fue robado en el puerto de Buenaventura, como si se tratara de oro azul. El lote completo desapareció antes de llegar a Bogotá. El club, con cara de “¿y ahora qué hacemos?”, suspendió el lanzamiento oficial y Adidas tuvo que cambiar todo el diseño. El uniforme jamás fue vendido en tiendas ni lucido en la cancha. Así nació el mito: la camiseta container.

Y es que tenía su pinta. Azul profundo, con corte clásico y tecnología Climacool. Tres líneas doradas en los hombros que le daban flow y caché, una franja dorada cruzando el pecho, con el logo de Adidas a un lado y el escudo de Millonarios al otro. El patrocinador, como era costumbre, el refrescante y omnipresente Pepsi. Era un diseño sobrio pero elegante, con ese toque brillante que seguramente enamoraría a la hinchada... si hubiera llegado.

Pero la historia no terminó ahí. Cuando la Policía se enteró del robo, activó un plan candado en Buenaventura para evitar que las camisetas salieran del municipio. Controles, retenes, operativos por aquí y por allá. El problema fue que ya era muy tarde: prácticamente todo el mundo en Buenaventura tenía puesta la camiseta de Millonarios. En la playa, en la tienda, en la plaza, en el mercado… parecía que el equipo hubiera ganado la Libertadores sin jugarla.

Millonarios, entre sorprendido y resignado, solo pudo emitir un comunicado oficial aclarando que cualquier camiseta de ese lote sería ilegal y no oficial. Pero para ese momento, el modelo fantasma ya tenía su propia hinchada... en el Pacífico colombiano.

Y lo más irónico de todo es que ese 2012, Millonarios se coronó campeón del fútbol colombiano, rompiendo una sequía de 24 años sin títulos. Sí, ese año el equipo volvió a la gloria, pero no lo hizo con la camiseta robada, sino con una versión rediseñada. Si no se hubiera perdido el contenedor, la camiseta de la foto sería recordada hoy como la camiseta campeona, la del título más esperado por toda una generación de hinchas.

Para los más obsesivos —esos que coleccionan etiquetas y huelen las camisetas nuevas como si fueran libros—, los códigos Adidas de la desaparecida son casi un conjuro:

  • X36240 para la manga larga

  • X36230 para la manga corta

  • X35242 para la versión infantil

Sí, hay quienes aún buscan esos códigos en mercados, foros y grupos de Facebook, como quien rastrea el Santo Grial azul.

Pocas veces en la historia del fútbol una camiseta nunca estrenada oficialmente terminó teniendo tanta fama. Para coleccionistas, es una pieza de culto. Para los más románticos, la camiseta que fue pero no fue. Y para los habitantes de Buenaventura, seguramente fue el uniforme más fresco y popular del verano de 2012.